lunes, 21 de septiembre de 2009

Sobre esa religión llamada Budismo



Templo Budista en Bangkok, Thailandia



El Budismo parece ser que “está de moda”, pero cabe recordar que es una religión que ya lleva siglos instaurada y practicándose en la mayoría de los países asiáticos. Es algo serio, profundo, y para nada, pasajero.



En las escuelas budistas se enseña esta religión a los más pequeños quienes decidirán o no hacerse monjes en edad adulta.

En Thailandia, Camboya, Birmania… viven la religión como parte de sus vidas, forma parte de ellos y de sus quehaceres cotidianos. Es algo muy profundo que permite enriquecer la vida personal de cada uno de sus practicantes. ¿Pero en qué se basa?

El Budismo enseña a cómo utilizar todas las experiencias de la vida como peldaños hacia La Iluminación, dando métodos que conducen y guían a la felicidad duradera, dejando el ego y el sufrimiento en el olvido:

Motiva a los practicantes a ser escépticos, invitándolos a chequear constantemente dentro de sí mismos, a preguntarse dentro de uno mismo, a establecer un diálogo contigo mismo.

A desprenderte de todo deseo material, de todo aquello que te genera apego y, puede que por ello, sufrimiento.

A ser feliz simplemente por ser quien eres, sin necesidad de ser alguien diferente ni tener algo que no tienes.

A ver tu alma con otros ojos con los que por inercia la has estado viendo los últimos años.
A recuperar la sencillez y la humildad de la esencia humana.



Un pilar fundamental del Budismo es el Karma, cuyo significado es causa y efecto, no destino; El entender que cada uno de nosotros es responsable de nuestras propias vidas. Este entendimiento hace posible que de forma consciente generes impresiones positivas que te acercan a la felicidad, mientras evitas las causas de futuros sufrimientos. Si VES como te comportas y ELIGES el comportamiento que quieres tener, puedes elegir comportarte de forma positiva y fomentando el resultado necesario para alcanzar un bienestar interior mayor, el bienestar que necesitas.

Si no te cuestionas, si te arrastras, si no sabes quien eres ni adonde vas, probablemente el resultado que recibas sea el mismo que el que te estás dando tú a tu propia vida: insatisfacción, inconcreción.

El Budismo te recuerda que ERES TÚ el dueño de tu propia vida, te recuerda todas las sensaciones que tu cuerpo tiene y que debes ser siempre consciente de ellas. Te enseña a saber escuchar tu cuerpo, a dejarte guiar por él, para adoptar otra forma de vida muy diferente de la que estamos acostumbrados aquí en Occidente.

En el proceso de liberarse, uno primero descubre que el cuerpo, los pensamientos, los sentimientos están en constante cambio y fluyen. Por lo tanto no hay bases para una existencia real de un yo o del ego. Uno deja de sentirse como el blanco de todo, tomándose el sufrimiento en forma personal. Cuando uno piensa "Existe el sufrimiento" en vez de "Yo sufro", uno se vuelve invulnerable y libre. Dejar el ego a un lado es lo que permite la liberación y situar la persona dentro de un mundo lleno de humanos.

Y este es uno de los pilares que más comparto con el budismo que, creyente o no, practicarlo o aprender de él conduce a un crecimiento personal y bienestar interior que te permite entender con más facilidad el porqué de las cosas y su funcionamiento.



El Buda estirado, imponente estatua en el templo de Wat Po , Bangkok

Puede que conocerse a uno mismo sea la clave para conocer a los demás. Que no puedas hacer lo segundo sin lo primero. Que verte a tí mismo desde una perspectiva mucho más amplia que desde la que de pequeños solíamos hacer, permita que veamos también a los demás desde otra perspectiva, la del entendimiento y la predisposición, y permita ubicarnos a cada uno en nuestro lugar. Siendo conscientes de nuestra existencia. Algo tan sencillo y tan complejo a su vez :)