miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Y por qué no? ¡Cambio de vida!


Sí, ¡cambio de vida! 

Siempre he deseado tener unos meses sabáticos viajando por el mundo, sin ataduras, sin un trabajo al que volver para no tener ningún condicionante mental ni temporal a la hora de tomar decisiones, sentirme libre y dejar literalmente libre al corazón para que él decida dónde ir, cuándo, qué hacer y cómo. 

Llegó un momento. Y lo cogí. Dicen que en esta vida cuando ves pasar un tren que te gusta, ¡debes subirte a él! 
Yo me he subido a él. Puede que porque el lado hippie de mi corazón late con más fuerza que nunca... ;) 

¡Y que me quiten lo bailao!





El regalo que me ha dado la vida es que, al final, lo haré y (muy bien) acompañada. 


Como algunos que me conocéis mucho sabréis, es algo que hace años que me ronda por la cabeza y hace justo 3 años estuve a 1cm de darle al "click" del "go" y emprender un viaje por el mundo yo solita. Algo de racionalidad se me impuso en el camino pensando que como mujer, rubia, blanca, alta de tal forma que no me puedo esconder... en los países que quería ir (África, lugares poco conocidos de Asia, etc), yo sola, era un poco peligroso. Me leí y releí trucos de como sobrevivir una mujer sola dando la vuelta al mundo, como sentarte al lado de otras mujeres en el autobús, ponerte un anillo falso de casada, si te preguntan si viajas sola decir que tu marido está en el congreso aquí al lado, etc. Pero algo en mí no me convenció: ¿tanto tiempo sola? ¿con quien compartiría los buenos momentos? Elegí esperar a ver si la vida me ofrecía de nuevo el momento perfecto para hacerlo y con alguien a quien quisiera...


Y esa persona vino. Se llama David. Tiene 34 años, y porqué no decirlo, ¡está cañón! ;)


Y ese momento vino: Es Hoy. Es este 5 de diciembre de 2012, donde los astros se han unido para que coincida que es un momento de pareja perfecto para emprender este camino que los dos hemos querido: dejamos nuestros respectivos trabajos, el piso en el que cumplimos justo 1 año de alquiler, un piso que se ha convertido en nuestro hogar como la expresión de lo que somos, y nos alejaremos de la familia y los amigos... por un tiempo (¡sólo por un tiempo!).


El viaje no va a ser una vuelta por el mundo: los tiempos cambian y las restricciones económicas imperan. Por eso hemos elegido el continente que nos excita a la vez que es el más económico para vivir: ¡¡el sudeste asiático!! (tras haber tomado la decisión de dejar un precioso proyecto humanitario en Ecuador detrás, quien quiera acercarse, que me pregunte y les paso información! un proyecto que si pudiera me iría ya para allá!)
Asia tiene lo más barato que te puedas permitir aceptar, y lo más caro que puedas permitirte pagar, como una colega de viaje nos dijo en Bombay. Nosotros elegimos lo más barato y auténtico que encontremos eligiendo mezclarnos con la cultura local sea donde sea. No nos gusta ser turistas, sino viajeros -porque no podemos convertirnos en locales, que si no... :p- Buscaremos un proyecto de colaboración humanitaria / social donde crecer aún más como persona y abrirnos a esa gente que lo necesita. Este proyecto aún no está cerrado, lo buscaremos por el camino, sea en Filipinas, en Birmania, en Malaysia o en Indonesia... Queremos estar en cada lugar, no voltearlos, con lo que preferimos hacer menos (en cantidad) con tal de hacer más (en calidad), eso es lo que buscaremos :).

A medio viaje haremos un parón: un retiro de 10 días para hacer meditación e introspección personal manteniendo un silencio extremo en un centro en Dhamma Phala, Filipinas, para ayudar al cuerpo y alma a "ver la realidad tal cual es", saneándola al máximo gracias a los maestros que nos enseñarán y que vienen practicando este tipo de meditación desde tiempos ancestrales... 




Ambos tenemos MUY claro lo que nos gusta, lo que queremos, y que es el momento de nuestra vida para hacerlo y experimentarlo... ¡juntos! Y eso es lo que cuenta.

El vuelo empieza el 5 de diciembre a Singapur, y desde allá iremos recorriendo las maravillas que ofrece este sub contienente: Birmania, Indonesia, Filipinas... 

Una experiencia que no sólo nos va a enriquecer mucho como personas individuales, sino que como pareja también nos va a aportar un valor, una unión y unas vivencias, que considero van a ser únicas. 

La fase 2 de todo esto es que... cuando pongamos fin a esta vuelta viajera, regresaré a Barcelona pero sólo por unos días, de nuevo no ad infinitum... 

¿Por qué? Pues porque la siguiente aventura de la etapa "¿y porque no?" para mí es irnos a vivir a otra ciudad para iniciar una nueva etapa post-viaje los dos juntos. Digo "para mí" porque David ya es un experto en esto. Siempre he sentido el gusanillo de experimentar vivir en otra ciudad (al final, te aporta a nivel personal, profesional, perspectiva, y el conocimiento de si se vive mejor o no que donde naciste, ¡no hay que dar las cosas por sentado! ;-) y evolucionar...). Las ciudades que está ganando puntos ahora son Londres y Singapur: Londres por ser una ciudad donde los dos, no solo tenemos amigos, sino que tenemos buenas oportunidades laborales y enfocadas para cada uno en donde desea, que nos gusta, que nos queda cerca de nuestras respectivas ciudades natales (GVA/BCN) para cuando nos coja "el mono", y queda cerca también para todos aquellos que nos quieran venir a ver (habrá reservado en el piso un espacio para que seáis hiper hiper bienvenid@s!). Singapur por la experiencia que nos puede dar tanto a nivel personal como profesional, así como la oportunidad de mezclarnos con una cultura completamente diferente a la nuestra por más tiempo... 
Pero los dos estamos convencidos que va a ser el viaje quien nos va a decir al final en qué ciudad elegimos vivir. 

Nadie dijo que me fuera a ser fácil tomar una decisión así (que de hecho, no lo ha sido), pero que no lo sea no quiere decir que la vaya hacer imposible: la llevo al terreno de lo real y solo falta cerrar la maleta. He decidido coger el tren, para vivir unas experiencias que siempre he querido vivir, en un momento en que veo que las puedo tener, si me las doy. 
¿La base? Estar bien con uno mismo. Estar bien con tu pareja. Querer lo que se quiere, de verdad (aunque suena redundante, ¡en el fondo no lo es tanto!). Escucharse. Ir a por tus sueños. Y en caso de duda... cuestionarse qué es lo que te retiene. Si en la balanza cae por sí sola... el camino queda claro... ¡Me voy! ¡Ya! :-D

Durante todo el proceso de cambio de ciudad echaré muchísimo de menos todos los momentos que he ido construyendo con cada uno de vosotros: Echaré de menos los cafés y paseos con Mar, las cenitas y encuentro con Ana, Neus, Cris, y Helena en la distancia, las quedadas con "las supernenas", las cenitas o cafés improvisadas con Miquel, con Olalli y Alex, las viaderadas, las cenas de familia, el no-repetir la Tomatina con Betty y John, los encuentros con Marta, con Laura, las cenas que nos da a veces por hacer en casa en la que os hemos invitado a casi todos, los encuentros de Mujeres Poderosas con tanta buena energía (chicas: no encontraré nunca otro grupo como vosotras! lo sé!)...en fin, el veros a todos de tanto en cuanto, el pasar experiencias juntos y el hacer de esta vida que sea inolvidable por los momentos compartidos!! Todo eso me lo llevaré en la maleta, esperando que algún día la pueda abrir y pueda ver cómo estos continúan... y mucho mejor :-)


Cuando venga a Barcelona procuraré tener el tiempo suficiente para daros muy buenos y fuertes abrazos a todos antes volverme a ir!!!


Sé que me llevo algo de cada uno de vosotros conmigo de viaje...

Un besazo enorme a cada uno de vosotros y ¡hasta pronto!


PD: Por favor por favor que el contacto vía email / wassup / facebook nunca pare que es lo que nos mantendrá al día, unidos virtualmente, y me dará las pistitas que tanto necesitaré de por donde va vuestra vida e ilusiones! 


Así os apreto. ¿lo sentís? ;p

Y por último... una canción para darle sonido al asunto ;):

http://www.youtube.com/watch?v=Xn676-fLq7I&noredirect=1
What doesn't kill you makes you stronger!

jueves, 11 de octubre de 2012

Tribus autóctonas... ¿o falsedades?


Tras leer un artículo acerca de Papúa Nueva Guinea, me ha dado pena el pensar cómo de ansiosos somos a veces los humanos por conocer lo más radicalmente distinto y original (yo misma me incluyo en el grupo) olvidando lo verdaderamente importante en el intercambio humano: el corazón y la humildad.

El artículo hablaba de operadores turísticos que te invitan a llevarte a tribus "first contact", nunca vistas (y piensas: si son nunca vistas..., ¿cómo saben los operadores que exiten? ;-) sólo hay que cuestionarse las cosas que te dicen¡!)  y utilizan (porque no hay otra palabra) esas personas y su gente para el comercio del turismo: Personas que ya visten con pantalones o telas, o que ya tienen otro modo de vida que el de sus antepasados o que el que aquí nos dicen, se disfrazan con los taparrabos de sus antepasados y se ponen a simular tradiciones y costumbres que ya distan bastante de su día a día tan solo para complacer los ojos de unos pocos turistas... ¿vale la pena ver eso? Para mí, no:

Lo que importa no es qué viste la gente o qué hacen, sino cómo nos hacen sentir y qué te aportan, y eso, nada tiene que ver con si es ancestral, o virgen, o alejada, o "first contact" una tribu, una situación, o unas personas en concreto, sino con la experiencia de cada uno y con el contacto mutuo libre y real.

A mi parecer, desde el momento en que una persona actúa en parecer algo que ya no es, poco va a tener de real y mágico ese encuentro... porque uno no lo es, y el otro va engañado...

Lo real y mágico para mí es el intercambio entre personas de diferentes razas / religiones / culturas (¡o no!), que vistan como vistan, y hagan lo que hagan, se intercambie desde el corazón abierto a conocer, con mucha humildad y sinceridad, sin apegos ni egos ni ganas de medallas, y sin utilizar personas para tener una experiencia que buscas. Sin que importe la ropa que se lleve o no y la cultura que se tenga.

No olvides que cada persona tiene un alma y un corazón dentro de él...



Las mujeres jirafa en Thailandia reclaman su derecho a vivir del turismo porque para ellas es salir de la persecución que recibían por parte del ejército Birmano. Seria fenomenal si alguien las pudiera liberar de esta esclavitud a cambio de un trabajo más humano que las liberara de sus cuellos.

Esto pasa en el conocido Triángulo de Oro Asiático pero también en Kenya, West Papúa (Indonesia),  y estoy segurísima que pasa también por desgracia en muchos otros lugares más del mundo que desconozco.

Apego a la humildad, a lo real, a no fomentar la continuidad de estos sitios diciendo "No voy, si es un teatro turístico no voy", ese teatro implica fomentar el que hayan personas forzadas a realizar un trabajo desagradable, a tratar a los hombres o niños o mujeres o ancianos como objetos, no como humanos -y bien grandes que pueden llegar a ser!- que son. Y lo que más me molesta, es que estas situaciones suelen dar un dinero desproporcionado a los organizadores -a los que no les suele faltar tanto el dinero-, que no a los locales que sí realmente lo necesitan...

La manera de ayudar a esa gente es escuchándoles, atender ad-hoc a lo que cada una pueda necesitar según sus costumbres, sus deseos... y no según los deseos de una persona ajena a ellos y a su mundo.

Ver es ver más allá.

No dejes que estas organizaciones y operadores ganen dinero a base de esto y apela a hacer un turismo humanitario y con consciencia.

Por un turismo responsable, humano, con corazón y consciencia. :)



Información de West Papúa (Indonesia) y Papúa Nueva Guinea:
http://www.offtheunbeatentrack.com/west-papua/
Una tribu interesantísima a nivel antropológico en Filipinas: http://www.travelblog.org/Asia/Philippines/Mindoro/blog-381891.html

domingo, 26 de agosto de 2012

Colombia: adentrándonos en Antioquia


Medellín. La capital de Antioquia. Centro de la mafia, las operaciones estéticas y el tráfico de droga. Une miseria, pobreza, clase media y clase alta. En su centro, cerca de Plaza Botero, vagabundos y gente sin techo, comerciantes ambulantes de todo tipo, hombres que te ofrecen limpiarte los zapatos, mujeres que te ofrecen mecanografiarte lo que necesites, enviar una carta a un amigo lejano tal vez, mujeres jóvenes (adolescentes algunas) ya operadas en busto y muy ocupadas de su estética y belleza. Gente blanca, gente no tan blanca, gente negra. Descendencia de todo tipo. Bares donde tomar un tinto, o un zumo bien fresquito de la fruta que tú quieras (frutas para mí exóticas de las que nunca antes había escuchado). Y tráfico, mucho tráfico: personas que van y vienen ajetreadas, otras que no saben donde ir, sientan y observan, y otras que no salen del coche: no se relacionan con su ciudad.

Medellín es una ciudad ubicada en el valle que forman varios cierros (montañas), con lo que el centro queda en el centro de este mismo valle, y mires donde mires a tu alrededor, se imponen dichos cerros. Pulmón vital  para la contaminada ciudad. Desde el aeropuerto, vas haciendo curvas por estas verdes y húmedas montañas, con sus preciosos árboles de eucaliptus con hojas plateadas, hasta que minutos y minutos más tarde llegas al valle. 

Hay barrios que son prohibidos: son dominados por la mafia y no es bueno adentrarse por allá ni exhibirse en su territorio... un disparo puede ir en la dirección equivocada. Por contra, en aquellos por donde la mafia no circula, puedes pasear perfectamente. Sin mostrar tus posesiones (léase, camara de fotos), puede que eso haya hecho que hayamos prestado más atención a la vivencia en sí que a fotografiar y lleves la ciudad más en el corazón. Porque no habrán fotografías para el recuerdo de Medellín. Sí vivencias, de un valor único. ¡Y con mucha salsa!

A la que te alejas de Medellín y empiezas a explorar la región de Antioquia, te inunda la belleza que posee: un paisaje parecido a Suiza, con sus montañas verdes, sus fincas, sus vacas... imponente. Con pueblitos que bien merecen una parada: Guatapé (la ciudad colorida por excelencia), Santa Fe de Antioquia (antigua capital de la región, con gente extraordinariamente maja), y muchos más.




Guatapé, el pueblo con más colores que he visto jamás

Vistas desde "El Peñón", Antioquia

En el mercado de Santa Fe de Antioquia

La comida en esta región es de la más rica que hay: jugos de panela (el azúcar en su fase previa), de maracuyá, de banana, de lima, de tamarindo; el aguacate con un sabor bien intenso... En esta región todo ingrediente mantiene su sabor bien intenso (no como en otros países donde todo importado pierde su dulzura y hasta color). El plato por excelencia es el "plato paisa", en honor a los paisas, que es el nombre que se les da a los indígenas de la región: huevo frito, frijoles, platano frito, una especie de bacon -que tiene otro nombre que ahora no recuerdo- carne y arroz. ¡Todo en un mismo plato! y muchas veces te lo acompañan de más arroz, aguacate y distintos tipos de arepas (con el maiz más o menos dulce). Una delícia, pero, no desayunes si quieres que tu cuerpo tenga espacio para este abundante plato! Las arepas (con queso, con huevo, con pollo...) son la alternativa económica al sandwich inglés para el mediodia. Hechas a base de maíz, se abren por el centro y se les rellena de queso, o bien huevo, o bien ambos, o bien ambos + pollo. Una vez te acostumbras, están bien ricas, tras el "soso" inicial que sientes. Y son ideales para comer mientras te mueves si tienes poco tiempo. Pero las hay de tantos tipos... la ganadora para mí es la de choclo, la arepa de maíz dulce que deja muy buen sabor de boca.


Bandeja o plato paisa (también llamado "típico")



Arepas


Entre todos esos lugares, se encuentran plataneros, campesinos, ríos, prados... naturaleza pura. Y una gente acogedora, amabilísima, dispuesta a ayudarte y a acogerte... Desconexión y conexión unidos de la mano.


Todo este viaje no hubiera sido posible sin la gran ayuda, sin los consejos, sin la predisposición, sin la apertura, sin la acogida ni la enseñanza que nos hicieron tanto Cecilia como toda su familia allí presente ni el amigo David.

¡Gracias!


miércoles, 22 de agosto de 2012

Colombia: Una primera parada en Bogotá


Mmmm... Colombia... se oye mucho en los medios de comunicación sobre este país: que si droga. que si disturbios, que si violencia, que si Shakira, que si mal país... ¿nadie habla de sus montañas? ¿o de su amable y volcada gente? ¿o de sus pintorescos paisajes? ¿o de su estupenda comida?


Intenso verde colombiano


Cierto es que hay determinados barrios a los que es recomendado no ir. Que el narcotráfico ha dejado mucha huella en este país y forma y formará parte de su historia. Que mucha mujer operada de arriba a abajo es mostrada por las avenidas (sobretodo por Medellín): operaciones estéticas financiadas por el narcotráfico y su mafia, paseando junto a los vagabundos con mirada apagada esperando algo de comer y durmiendo a cielo abierto. Que no puedes mostrar cámaras ni móviles por las calles y pasadas las 9 p.m. hay calles prohibidas que quedan sin alma, donde el miedo se instala en tu cuerpo solo de verlas, y que hablar por el móvil se convierte en algo que se hace solo "de puertas adentro".

Mujer comiendo en el mercado, pero siempre ¡A la orden!

Pero también es cierto que nos encontramos con gente extraordinariamente amable, abierta, dispuesta a conocernos sin pedirnos nada a cambio, a darnos consejos, a ayudarnos, a llevarnos a recorrer su país por el simple placer de darnoslo a conocer.


La Candelaria (Bogotá), donde abunda el arte urbano

Aterrizamos en Bogotá un viernes santo: la ciudad estaba en su casi totalidad concentrada en la avenida donde camina la procesión de semana santa: creyentes y más creyentes, cánticos religiosos, sermones, coches con altavoces pronunciando el nuevo testamento, el Cristo en la cruz, practicantes concentrados... sin duda: creencia, fe, devotos en su religión.


Procesión de Semana Santa en Bogotá


Fue bonito hacer coincidir el viaje por esas fechas para poder ver con nuestros propios ojos como de creyentes y practicantes son aún la mayoría de los colombianos, incluso en la capital de su país, y como recitan al son los diferentes cánticos o rezos.

La Candelaria es, puede, el barrio más conocido a nivel internacional de Bogotá (junto con el parque 93 para los más snobs): es el casco antiguo que cae de la ladera de la montaña y desemboca en el valle (ya todo urbanizado) lo que hace que, por su ubicación natural, sus calles van con subidas y bajadas algunas de escándalo, y la vista que queda atrás es bellísima con sus imponentes montañas verdes, lo que hace el barrio de La Candelaria aún más bello. Sus casas son de no más de dos o tres plantas, con tejados no muy resistentes pero todas ellas únicas en estilo: una rosada con porticones de madera, otra verde con decoraciones rojas, otra amarilla con toques azules.... caminar por sus calles es como sentirse por un pueblo de montaña en el que sus casas te aportan vida y color y la lluvia puede caer en cualquier momento. Entre sus casas, se encuentran la mayoría de hostales y albergues donde alojar a los turistas o expatriados. Son casas típicas con patios interiores donde la vejez les es bien latente. 


Vistas desde nuestro balcón en el barrio de La Candelaria

Calle 11, La Candelaria. Vistas desde la calle

Por sus calles se encuentran también pequeñas tiendas de no más de 40-60m2, muy humildes pero ¡con mucha vida! Gente que entra y sale, que compra o se queda allá para tomar "un tinto" (un café solo), productos típicos en sus escaparates difícil de resistirse a ellos: dulces de guayaba, jugo de tamarindo, obleas con arequipe (dulce de leche), mermelada o coco, bocadillos (dulces) de todo tipo... ¡mmmm rico rico!, camareros que te chillan "A la orden!" dispuestos a ayudarte y orientarte en tu decisión... Vida. ¡Y buena comida! ;-) 


Escaparates de las tiendas del barrio


Bajando sus calles llegas a la Plaza de Bolivar, donde se reúnen las familias los domingos, dan de comer migas de pan a las palomas, unos venden artilugios comerciales, otros intentan ganarse algún peso... en medio de sus señoriales e imponentes edificios. Cerca de Plaza de Bolivar, en la calle 11 dirección a la montaña, se reúnen bastantes restaurantes con una carta bien tradicional. Gran recomendación el hacer una parada para almorzar en alguno de sus restaurantes y degustar el ajiaco bogotano, una sopa típica servida en tazones de barro cocido que consiste en una sopa de pollo con diferentes tipos de "papa" (patata), un toque de crema de leche, alcaparras, y que lleva dentro una mazorca entera de maíz tierno. ¡Bien rico! Y para acompañarlo: una porción de arroz blanco y una (gran) tajada de aguacate con todo su sabor (no como los que se sirven en Cataluña!). De su ricura y mezcla de sabores, y de su relativa facilidad en la preparación, se está convirtiendo en uno de los platos colombianos más conocidos internacionalmente. Qué mejor que tener la oportunidad de probarlo in situ!!! 


Ajiaco


Obleas con arequipe - Vida en la calle
Como primer "tastet" de Bogotá, no pueden irse sin probar sus obleas con arequipe y coco, sin pasear por las calles de La Candelaria, sin pedir un tinto, sin pasear por la gran carretera 7 donde os encontraréis un montón de perros engalanados (nos sorprendió la cantidad de dueños que vestían "fashion" a sus perros, un desfile constante de monadas caninas por la carretera), sin comprar fruta por la calle ni bailar un poco de salsa, sin sentarse en alguna de las plazas para, simplemente, observar, sin entablar proactivamente conversaciones con su gente y llegar a conclusiones de la vida o conocer destinos locales que sin sus recomendaciones difícilmente conocerías. 

Bogotá será una entrada a la desconocida Colombia que los medios de comunicación no difunden, y que bien merece una visita profunda. Como dijo el piloto del vuelo internacional que tuvimos cuando aterrizamos...: 
¡Qué rico pisar tierras Colombianas!
¡Viva Colombia! 
:)

martes, 21 de agosto de 2012

Atzeneta del Maestrat



Este fin de semana pasado nos volvimos locos y decidimos ir a conocer que es eso de "Atzeneta del Maestrat", un pueblo de unos 1,500 habitantes en la provincia de Castellón (Comunidad Valenciana).


(Vistas desde su castillo)



Lo primero que me sorprendió: puertas abiertas en sus casas (¡como en África!). Parece ser que debe haber confianza entre los vecinos del pueblo... Pocas veces se utiliza la llave y mucho menos la alarma ("¿¿qué es eso??" algo indispensable en Barcelona cuando te vas más de 1 día!). 

Relajación.



(Preparados para ver el pregón de la tarde)



Y tranquilidad... 


Lo segundo: un pequeño gran pueblo: pequeño en tamaño, grande en historias individuales de sus habitantes, de vivencias, de tradición e historias. Grande en cómo sus habitantes comparten el pueblo entre ellos. Todos se conocen y se saludan, intercambian palabras... ni que sea un "Ei!!". Eso me gustó mucho: En lo que lleva de mes por Barcelona aun no me he encontrado a nadie que conozca por mi calle de Barcelona... ni un "eii", ni un "cómo vas?", ni un "nos vemos luego". Por no decir lo que nos cuesta vernos con los amigos... entre las distancias de donde vive cada uno, los diferentes horarios laborales, las diferentes aficiones... cuadrar las agendas para encontrar 1 minuto para verse se convierte en un trabajo de secretarios de ministros.... En Atzeneta ese problema no es tan latente: vas al Bar de Ramon y allí irán apareciendo todos, antes o después, al final del día siempre te habrás cruzado con alguien, tomada una cañita con alguno, unas pipas (les encantan), una llamadita, o lo que fuera. En Barcelona hasta nos cuesta llamar a los amigos de lo estresado que vamos! De eso, hay que aprender...


(Inicio de las fiestas de Atzeneta post-xupinasso)




(calle frente a la Iglesia)


Lo tercero: los niños desde bien pequeños juegan libres por el pueblo. Nada de encerrarse en casa jugando a la play, a la gameboy o a cualquier otro videojuegos: estiran piernas, se divierten y chillan sin problemas. Apenas pasan coches y que yo recuerde no vi ni un solo semáforo en el pueblo...

Como progenitor puedes estar tranquilo porque todos son vigilantes de todos: si estás en la terraza ves a tu sobrina, o a la hija del hijo de Paqui, y siempre hay alguien que sabe donde esta el otro y si pasa o no pasa algo y que dice que eso no se hace si eso no se hace (como en el poblado de Togoville, en Togo!!). Y todo eso estoy bien segura que fomenta la creatividad... Nunca había visto en un rincón tan pequeño tanto aficionado a la fotografía, al arte, a las manualidades... Atzeneta es un pueblo con mucho arte! Sólo hay que ver la de carrozas que salen en el pregón... ¡cuanta creatividad!

(Mujer en las fiestas de Atzeneta)

Aunque, por otro lado, no pasará un segundo que todo el pueblo se habrá enterado de tu nueva hazaña... ¡las noticias vuelan más que el aire en esta región! Así que cuidadito con lo que haces... 

Y por último y no menos importante... si algo define Atzeneta es TRADICIÓN. Un lugar donde las tradiciones no se han perdido y se mantienen, con la ilusión del primer día y con la implicación de su gente en todo su corazón: "tir de coloms" (disparar palomas y acertar, hay quien hace 10 de 10 ;) ), "els bous i les vaques" (encierros como en los de San Fermín pero más locales, más cada día, y con el calor del agosto), sobremesas de las de toda la vida con sus gintonics y sus puros, comidas en las que todo el mundo participa y uno trae el pan, el otro una tarta casera, el otro unas cervecitas... 

...y entre todos, uno a uno, suman y construyen Atzeneta.


(Encierro de toros y vacas en Ben-lloc)

Gracias Leo por darnos la oportunidad de conocerlo!

lunes, 6 de febrero de 2012

And by now, the colorful Mumbai :)



Mumbai also has magical parts: each neighborhood is a mystery. And walk through them the best way to discover them :)

There are areas where you have the feeling of being in England. With its green areas, you'll recognize that Bombay was a British colony with its stately buildings and their London's taxis (but sixties version ;)).






The Hindu influence is felt in the temples and in all Hinduism rituals that are done every day.



The Muslim influence, walking through neighborhoods where men are the majority, and women still scarce (and when they appear, most of them with its full burka). On Sundays their children get to play cricket in the streets fantasizing go far one day.



One of Mumbai's attraction is its mix of religions, although most of the population is Hindu or Muslim, notes (vs. other locations) the overrepresentation of minorities: you'll find Buddhism, Christianity, Jainism, Judaism, Parsis and Sikhs, and other unknown to me practiced every day in the slums.





One amazing photo of the quantity and mix of cultures you'll find in the same metropolis, is that about 200 languages ​​and dialects are spoken in Mumbay. Awesome! Walk in the streets is like to feel in a NY parade observing the different costumes people are wearing: the sari, the burka, the most fashionable Louis Vuitton look, the hijab, the clothes you've found yourself… certainly, colors and variety does not lack there :)




As for its buildings: as you can find the famous station (UNESCO World Heritage Site) Chhatrapati Shivaji, you will find also the luxurious and famous hotel Taj Mahal, where the wealthiest of Bombay come at night to take their luxury drinks, with air conditioning, trendy music, and like you were in the highest spheres of NY (actually, I, with my sneakers and my trekking pants, as much as I fix, I feel as "not suitable" for the local, Vs the maked-up beautiful local girls with their heels and trendy dresses from prestigious international brands). This chic atmosphere contrasts with the slum neighborhood that the hotel itself has just around the corner, where there are lack of water, food and schools.




In fact, from an NGO we visited ("Sonrisas de Bombay" - Mumbai's smiles-) told us that only poor people are walking throughout the streets in Bombay. Those who can afford it, will always drive, and never will "mix" with other pedestrians that only have the choose to walk ...

Concerning how I love to walk through my city...

As for beliefs, they are still around: In the slums is hard to evolve as many of curative treatments go against their religions. For example, we visited a leprosy center (thanks to the NGO "Sonrisas de Bombay") in which the owner told us that when trying to medicate patients of leprosy in the slums, they were astonished and thought that the devil had taken his body because his urine was red and his skin turned reddish (effects from the medication), so it was hard to make them understand that it was not the devil, but the cure of their disease.

Sharing this background, also abound economists, big multinationals growing up every day, and leading-edge technology.

Well sure, in Bombay you'll find everything: joy, sadness, tradition, modernity, fears, innovations, music and dances, disasters, luxuries, colors and … so many aromas to discover!



Mumbai and other places of India




Bombay is an explosive city.

Just landed, we left our luggage at the hotel supposedly "next to" the airport (by the way, the cheapest and cleanest hotel we were in this trip: 3 € per person per night and with a clean bathroom, truly a bargain! The counterpart: away from the center), to go direct to discover the lungs of Bombay. For that, we had to go down to the neighborhood of Colaba, south Mumbai, and it took nothing more and nothing less ... that 3h and a half by taxi! (btw: windows down counts as air conditioning).
Why? Because Bombay is a chaotic city: there are a lot of traffic, lots of people (it is the most populous city in India and the second largest city in the world), the city is immense, the cars are old, there are many great avenues through to circulate, and they love the horns, so the roads will be in the midst of an acoustic concert of horns, a visual circus of how drivers and passengers spit his food (something culturally understood as hygienic) and in the middle of a pollution of the old car engines.




The city moves slowly on their roads.



Well, we got it, we arrive: We walk through Colaba and the first thing we did was find accommodation for the coming night (we came with our flight from Barcelona with only the first night booked, the rest, we thought, we would take there once arrived and cheaper). To our surprise, all hotels that remained in the South, the price per night is not down from € 20-30 per person, and not expect great luxury ... In fact, when we paid € 3 per person at the first hotel, we had not even a mosquito and it was all clean, while now we had to pay 30 € per person (there was no choice if we wanted to be in the center and not to lose another morning traveling ...) and was accompanying us "Jimmy" (a cockroach) for every night at the hotel. So, I can confirm best price in India is not a guarantee of no animals, buy maybe for better bathrooms (and again: not always, that depends on the end of the city you are staying in). But that's not to blame the hotels: is the place where they are located that makes uncontrollable escaping / entering / leaving "small friends" at liberty.

This brings me to the topic: "local" hotels in India.

On this expedition we did for the South, we want to avoid mass tourist and went to the most real and local customs at all times. We caught their trains (no glass in the windows, street traders, with spittle, with constant glances "who are these 2 white traveling with us …" -real fact for almost 3 hours without stop…-), its local buses to move to town (without a door and again with constant looks like we're human ghosts –at the end, I put my scarf all over the head with my sun glasses, so no curly blonde hair can be looked at, neither green eyes -, I felt
like naked with all those eyes looking at me!), and sleeping in their hotels.



What an adventure its hotels .... Every hotel, a story:

In Tiruchirappaly, for example, we paid about 12 € per person, but the room seemed like the typical abandoned rooms of the films, with items broken, dirty sheets, and as for the bathroom ... better not to talk. When we opened the taps to wash our hands / have a shower, the water came, literally, red!, Like red wine…hmm .. Why appealing for renewed shower of heavy moisture out, right?;) If you like toilet paper, you may ask, they use to have. But not always, better if you carry with you or if you buy in any supermarket from a big city. In the same way, do not forget the flip flops: always go well for dirty bathrooms and walk away all over the dirty room, to not end with your feet dirtier than when you came.



In Chennai, windows and doors do not close at all and there was constant noise from the street. Years will suffice to give a mosquito net because there were some remnants of it ... but full of cobwebs, so better bring your own to avoid those pesky mosquito bites while you sleep. Also not bad if you bring your own sleepy bag, which saves you from all those who say clean sheets but they are dirty and wet… (real case).

Ah! Not
be surprised if people come in and out of your room like in they were in their own house... Hotel employees are checking things (i still don't know what they need to check). Even while you have a shower or sleeping! If you don't want them to enter, you must say so at the reception and make that perfectly clear. Lock the door does not work: they know how to open the door anyway (real case too).

After all these "curious" hotel experiences, they let you take a more real idea from what India is than, for example, the one I took when I explored the north a few years ago staying in the old traditional and well-reformed Maharajas palaces, with white tourists in their rooms, swimming pools, toilet paper, towels, and of course, not without Jimmys as a company. During the day you can of course still visit the authenticities of India as your soul desires, but at night you'll be away from the suburbs to get to your "bubble" hotel (always with the restrictions for being in India, of course) in which everyone will understand you, have more food than rice, bread and lentils, and a cooked breakfast in the morning with some croissants and coffee milk (do not expect that in "local" hotels).

If you venture to go to the
local hotels you'll find along the way in which almost do not speak English, most have not seen a tourist, and almost do not even know what you eat, undoubtedly the adventure will be much more authentic.