Muchos se plantean, investigan, indagan, sobre cómo desmontar todo este sistema de creencias que reina en la India. Mi pregunta es: ¿merece la pena? Nosotros creemos que estamos en lo cierto, pero… ellos también.
Los practicantes y seguidores del hinduismo, sienten que están recorriendo el camino de la felicidad a través del de la liberación. Desde aquí, occidente, uno podría en una primera y rápida reflexión pensar que los hindúes sienten que van a liberarse del sufrimiento con todos esos “sacrificios” porque están engañados sin saberlo, que todo es como una lavada de cerebro, y que nuestra responsabilidad es luchar para que vean la vida… como nosotros. ¿Quienes somos nosotros para cuestionar sus creencias si nosotros también tenemos las nuestras y primero nos hemos de cuestionar las nuestras?
Hay cosas obvias que atentan a lo que nosotros llamamos dignidad humana y creo que es obvio para todos que tendrían que evolucionar o intentar que dejen de hacerse. Como que a una niña de 12 años se la deje sin libertad y sin poder salir de casa ni hablar con quien desee si ya se le ha acordado su matrimonio. Pero hay muchas otras cosas que nos cuestionamos de ellos, que alomejor es a nosotros mismos a los que nos habríamos de cuestionar. Aquí también se ha estado venerando durante siglos a un dios y a una mujer que decimos que concibe hijos por “iluminación divina”, aquí se ha dejado por muchos años que en casa sea la mujer quien cocine y haga cargo de los hijos y el hombre quien traía el dinero a casa y sólo por ello se le daba el derecho a ordenar. Aquí se da por hecho que divorciarte está bien en vez de afrontar los problemas reales que pueda tener una pareja...
Las situaciones también son muy diferentes. La superpoblación, la falta de valor general que le dan a sus recursos, el analfabetismo, la desnutrición, la alta tasa de mortalidad infantil, … hacen que sus creencias y convicciones tal cual las viven les permitan vivir mejor, no sentir el sufrimiento como lo sentiríamos nosotros si estuviéramos en su situación. De nuevo, magia.
La autocompasión, solo puede perjudicarnos a través de nuestras penas y lamentos. En cambio, hacer frente a la vida con una sonrisa y con espíritu de superación, sin culpar ni culparse, es el mejor regalo que podemos hacernos, y algo que estos mágicos niños de la India te enseñan día a día.
Los practicantes y seguidores del hinduismo, sienten que están recorriendo el camino de la felicidad a través del de la liberación. Desde aquí, occidente, uno podría en una primera y rápida reflexión pensar que los hindúes sienten que van a liberarse del sufrimiento con todos esos “sacrificios” porque están engañados sin saberlo, que todo es como una lavada de cerebro, y que nuestra responsabilidad es luchar para que vean la vida… como nosotros. ¿Quienes somos nosotros para cuestionar sus creencias si nosotros también tenemos las nuestras y primero nos hemos de cuestionar las nuestras?
Hay cosas obvias que atentan a lo que nosotros llamamos dignidad humana y creo que es obvio para todos que tendrían que evolucionar o intentar que dejen de hacerse. Como que a una niña de 12 años se la deje sin libertad y sin poder salir de casa ni hablar con quien desee si ya se le ha acordado su matrimonio. Pero hay muchas otras cosas que nos cuestionamos de ellos, que alomejor es a nosotros mismos a los que nos habríamos de cuestionar. Aquí también se ha estado venerando durante siglos a un dios y a una mujer que decimos que concibe hijos por “iluminación divina”, aquí se ha dejado por muchos años que en casa sea la mujer quien cocine y haga cargo de los hijos y el hombre quien traía el dinero a casa y sólo por ello se le daba el derecho a ordenar. Aquí se da por hecho que divorciarte está bien en vez de afrontar los problemas reales que pueda tener una pareja...
Las situaciones también son muy diferentes. La superpoblación, la falta de valor general que le dan a sus recursos, el analfabetismo, la desnutrición, la alta tasa de mortalidad infantil, … hacen que sus creencias y convicciones tal cual las viven les permitan vivir mejor, no sentir el sufrimiento como lo sentiríamos nosotros si estuviéramos en su situación. De nuevo, magia.
La autocompasión, solo puede perjudicarnos a través de nuestras penas y lamentos. En cambio, hacer frente a la vida con una sonrisa y con espíritu de superación, sin culpar ni culparse, es el mejor regalo que podemos hacernos, y algo que estos mágicos niños de la India te enseñan día a día.
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