sábado, 23 de enero de 2010

Afganistán, una cárcel




Hay lugares en el mundo en que las mujeres son un intercambio, una mercancía, dinero... estorbo, algo sin valor. En algunas tribus se las intercambia como regalo de boda a la familia del nuevo integrante, y en otras... viven en una cárcel, sin derechos, sin posibilidades, ni presente ni futuro.

En Afganistán* la mujer es una amenaza. ¿Puede que en su origen genere miedo? ¿y ante ese miedo desconocido (en lugar de sacarle todo el potencial que podrían tener y desarrollar) la opción elegida por la mayoría de los afganos es la de repudiar a la mujer, despreciarla, limitarla, apartarla? Es un callejón muy complicado y sin salida. Para una mujer nacida en el seno de esa sociedad, un camino... altamente destructivo, por nacer mujer, sin elegirlo. Pudiera haber nacido hombre. Pero no. Y eso, el hombre a favor de este tipo de comportamiento, no se lo plantea. Él manda, y tiene todo el derecho. Se cree por encima de ella y de muchas otras cosas.



Imaginemos ahora que no existe el burka en esta sociedad. Que partimos de esta nueva situación. Pero que por sistema y ley, de repente, se impone, en las mismas denigrantes e injustas condiciones en las que se obliga en la actualidad. ¿Qué consecuencias tiene más allá del dolor segundo a segundo que sufre la mujer que lo lleva? Porque aunque el dolor y sufrimiento que genera es inmenso, generando auto suicidios y otras situaciones que desconozco pero muy duras, el problema ya no es lo que sufre la mujer, sino las consecuencias que tiene para la sociedad que no exista el papel de la mujer, y en especial, el de madre: Cuando un niño nace (bajo burka), y crece a los brazos de su madre, éste no recibe miradas (las rejas del burka son un tupido velo que no permite que los ojos sean vistos ni a la portadora ver con claridad), no recibe comprensión (por ende, no hay miradas cómplices), no recibe contacto de piel (la tela del burka siempre les separa), no puede recibir amor, aunque lo haya, porque no puede verlo ni sentirlo…Y el padre suele tener otras tareas siempre más importantes que realizar. Y entonces, el niño crece solo, sin ese amor de madre, sin sentirse apoyado, guiado, querido… y si esto luego no es bien direccionado, crece un ser humano con posibilidades que luego imponga a su(s) mujer(es) el uso del burka y la pegue y maltrate cuando tenga el capricho de hacerlo, y la viole cuando, también, le apetezca. Triste sociedad.

Una sociedad no puede funcionar sin sus motores que son los humanos, y si los humanos somos mujeres y hombres, los dos son igual de trascendentales para el desarrollo de la sociedad. Un equilibrio, cada uno aportará sus cosas, diferentes, pero enriquecedoras, constructivas, y necesarias. No puedes destruir a una mitad, la mujer, y pretender que todo siga adelante sin ella(s). Es imposible. Tu hijo, o tú, ya estará creciendo con una gran laguna.

Algunos datos: Un burka pesa unos 7kg sobre la cabeza. Limita la visión periférica con lo que sólo hay visión a 1metro vista. Su longitud impide un paso firme y seguro, garantizando tropiezos y la dependencia de un segundo (que no lleve burka, es decir, un hombre) para poder caminar. En Afganistán no tienen derecho a asistencia médica o a salir de casa sin el acompañamiento de un hombre.

La mujer, básicamente, no existe.

¿Cómo desmantelar todo este sistema de creencias? ¿Cómo conseguir que toda una generación nueva de niños sienta el calor familiar y el amor de madre y de padre, para generar nuevas posibilidades en los que van creciendo, si la generación existente es así?

Creo que un ser humano, en su esencia, sea su sexo femenino o masculino, es una persona con un gran potencial, capaz de mover mar y tierra por algo que ame, de conciliar familia y negocio, de aprender, de crecer, de educar, de autogestionarse, de salirse de las situaciones difíciles, de amar... y expandir ese amor contagiándolo a los demás. Puede elegir mirar con los ojos abiertos, no conocer (o no elegir) el camino del ego y despotismo, en pro a una actitud abierta que confía en su esencia y aprende de los demás, sin arrebatar.

Ojalá cada vez se arrebaten menos almas, menso esencias, y más personas descubran su potencial para sacarle provecho en un mundo mejor. Y que las que hayamos tenido la suerte de nacer en sociedades en que la mujer es libre y puede votar y elegir, que con nuestra actitud, ejemplo y lucha, podamos poner nuestro granito de arena.


Gandhi decía “Sé tu el cambio que quieras ver en el mundo”.

:)

*No en todas las regiones la situación es similar. Varía mucho en función del desarrollo de la aldea, la economía y política de la región, y la ley que predomine en cada área. En algunas áreas el burka no es obligatorio, pero la situación sigue siendo delicada

1 comentario:

  1. Escalofriante!!!!! Creo que aun nos queda mucho camino por recorrer para luchar contra este tipo de situaciones, ya que para ellos es parte de su cultura y tradiciones!!!, pero lo que debemos de hacer es concienciar a la sociedad que este tipo de cosas no se pueden tolerar y que hay que unirse para luchar por que en un futuro no muy lejano,todas las mujeres vivamos en libertad y con plenos derechos de decisión sobre nuestras vidas!!:)

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