Este agosto decidimos hacer un viaje espectacular: combinar la intensa y la creciente China, con la tranquila y desconocida Mongolia.
Antes de irnos, en las típicas cenas de amigos cuando comentábamos que nos ibamos a Mongolia, la respuesta era "¿y qué vais hacer allí?" "¡si allí no hay nada!" (curiosamente la misma respuesta cuando les dije meses atrás que me iba a Togo ;) ¡Me encanta lo no descubierto!)
Nada...
...Puede que precisamente eso sea uno de los atractivos de Mongolia. Ese "nada" se podría redefinir en un "todo". Al final, todo cambia según quién y cómo lo mire ;)
¡Empecemos! :)
A medida que te vas alejando de la contaminada y aglutinada capital Ulaan Bataar, con su clara influencia soviética plasmada en la mayoría de sus edificios, ves que no hay "nada" a ojos iniciales de occidental. Ese "nada", se va convirtiendo en infinitos elementos indescriptibles para la vista (y alma) humana: hay tranquilidad, hay aire puro, tan fresco como para llenarte los pulmones a la vez que bien oxigenarte y sanarte, vistas infinitas a paisajes que van cambiando (obviamente sin los molestos complejos hoteleros que tanto molestan a la vista): pasas por un pequeño desierto, que se convierte Km allá en el gran Desierto de Gobi; sigues con el 4x4, pasas después por preciosas montañas verdes, intocadas, como si no hubiera pasado el hombre por allí, con sus águilas libres en el cielo... y un Sol...
Pero ¡oups! ¡Sorpresa! Sólo los locales saben reconocer cuando un leve sonido anticipa una intensa y fuerte lluvia. Etka, nuestro conductor local, señala al cielo y dice "lluvia!!" (en mongol, claro ;)). Nosotros no sabemos ver nada... pero 4 minutos de reloj después, empieza a caer una fuerte lluvia tan intensa que se convierte en granizado. Increible, en una milésima de segundo, lo que cambia el paisaje. ¡No se ve a metros vista! Difícil conducir así... con lo que nos alojamos en una cabaña que hay en el camino. Con sus "cowboys" mongoles originales: botas de montar, sombrero auténtico marcando territorio, el traje típico con su amplio cinturón de color... y esa mirada que les hace dueños de su tierra y su caballo. ¡Qué gratificante es sentirse en un lugar tan perdido en la Tierra y tan desconocido para nosotros, con la lluvia que paraliza cualquier movimiento en el exterior, rodeados en la cabaña de su gente y sus costumbres, compartiendo el mismo plato!
Y menudo plato: hamburguesa de carne de cabra (¡buenísima! ¡y eso que yo no soy carnívora!), huevo, arroz, patatas al vapor, y... ¡ketchup!. Todo tan calentito que se agradece después a la inmensa y brusca bajada de temperaturas debido a la tormenta. ¡Para chuparse los dedos!
Lo gracioso era para comunicarnos con Etka. Al ser de costumbre nómada, desconoce idiomas más que el mongol. Para descubrir de qué era la carne, tuvimos que pasar por descripciones mímicas de los distintos animales hasta dar con la cabra. Aún así nos quedaron dudas de si habíamos entendido bien hasta el último momento. La aventura de viajar en lo desconocido :)
La lluvia decide parar y, al instante, sale un potente Sol. La cabaña se vacía al instante y nosotros retomamos la ruta.
... y se acaba el asfalto. Sí, señores, en Mongolia, pasados unos Km de la conocida capital, se acabó el asfalto, y desde entonces, debes guiarte por tu trabajada intuición, una cualidad nata de los que han nacido y vivido allí. ¡Suerte de Etka! No hay caminos ni señales, ¡nada! Sólo conocerse el terreno te sabrá llevar a tu destino...
Y empezamos a ver "guers", la casa típica donde viven las familias nómadas y seminomadas de Mongolia, en plena naturaleza, sin más recursos que su propio ganado y lo que la naturaleza nos regala. Se trata de una estructura de madera, cubierta por una gran tela blanca, con un sólo espacio único en su interior. Los afortunados tienen una caldera en el centro con un tubo que sale por el abujero central superior del guer, para dar calor en invierno (e incluso en verano hay zonas donde las temperaturas bajan bruscamente durante la noche, llegando a diferencias día-noche de temperatura de 10ºC) y cocinar durante todo el año. Es curioso que los guers están separados unos de otros por una distancia mínima de unos kilómetros para asegurarse que unos animales no se pisen a otros. No temen quedarse sin espacio, les "sobra".
Guer por fuera
Sus animales lo son todo para ellos. No solo su alimento sino también su compañía, transporte, y guardianes. Los bebés mongoles juegan sin miedo alrededor de ellos y se podría decir que hasta les maltratan como si fueran juguetes. Y no acaban ni heridos ni con temor a lo que un bello animal les pueda hacer. ¡Juegan juntos! Es precioso.
En los guers no tienen baños. Ese es un detalle que al occidental nos cuesta. Si te entran ganas, paséese usted por la naturaleza hasta encontrar el lugar que mejor le plazca y con sus propios recursos... Ellos están acostumbrados, para nosotros es más difícil. Sobretodo en plena noche, cuando debes salir del guer, sin luz, sin saber donde pisas y con perros alrededor, y con todas las ovejas custodiándote... una intriga.
Guer por dentro
Su comida es riquísima a la vez que muy simple. Hacen quesos con sus propias ovejas y vacas, yogures con leche fermentada de yak (complementados con azúcar para los que son dulzones están de vicio), sacan leche fresca de sus vacas cada día (¡hay que tener fuerza!), carne que dejan a secar en los techos de sus propias casas hasta que esté lista (un poco... ummm... ¿raro? dormir bajo carne colgada en tu techo), huevos... y a lo que yo no me atreví, pero mi estupenda pareja sí, es a probar la leche fermentada de caballo... Les encanta, a los mongoles, y dicen que te asegura un crecimiento fuerte y sano... ¡Parecía asquerosa! Y así lo confirmó la expresión de David mientras por complacer a Etka la "degustaba"... ¡buag! Es tal la costumbre, que cada familia (suelen habitar una familia completa por guer, en Mongolia nada de tener habitaciones individuales o espacios privados). hace su leche de caballo, y la dejan en una mesita fuera del guer, a la vista de la gente que pasa, sea a caballo o como nosotros, en un 4x4, por si quieres entrar y tomar un poco... Con lo que no sabemos con exactitud cuantos días llevaría esa leche allí... Debo deciros que súper David sobrevivió, y muy bien :)
A los hombres mongoles les encanta el vodka, es como la bebida nacional y les hace sentir orgullosos. No eres hombre si no puedes beber tanta cantidad de vodka, y a palo seco sea la hora del día que sea. Nos encontrábamos más de un día a Etka con sus amigos, recién levantados, nosotros después del desayuno, encerrados en el 4x4 de uno de los amigos, compartiendo vasos de vodka, y como buenos amigos, cuando nos veían, nos ofrecían, y mi pareja, al ser hombre, no podía decir que no, para mantener su virilidad y valor. Asi que... ¡traguito de vodka matinal! Mientras Etka y sus amigos se reían viendo como compartía sus costumbres... El vodka más famoso y que viene en distintos tipos de botella es el "Chinggis Khan", del cual se sienten muy orgullosos, y tiene como unos 40º, lo cual ¡no es poco!
Y con todo esto, aquí os dejo mis primeras experiencias en Mongolia. ¡Pronto más!
Bella Mongolia :)
Caйн cyyж байгаарай!, que se pronuncia en mongol, sain suuj baigaarai: Que estés bien :)
Molt bé Mercè, tens un parell d'errors crec. La diferència de temperatura de la nit al dia deu ser de més de 10º i la llet, que has posat de cavall, supose que deu ser de egua, perquè pa trau-li la llet a un cavall... jejejeje. I amebes, també hi havia? sense WC i amb amebes a la panxa guau que coctail!. Si que debies gaudir, que xulo!
ResponderEliminarjajaja aixo de la diferencia de temperatura depen, a l'estiu si era d'uns 10º, a vegades més a vegades menys... però al gener arriven a -45º sota cero per la nit!! Crec que la única época per la gent fredolica per anar-hi és l'agost, i tot i això has d'anar amb polar per la nit, però mola :)
ResponderEliminarL'únic WC que vaig veure per el camí (que era el que quedava al costat de la cabanya on vem parar) era millor... la naturalesa lliure que allo. Només et dic aixo: no tenen sistema de cadenes d'aigua ni res similar... como en los viejos tiempos!